La Maison du Pèlerin
12 avenue Maransin
65100 Lourdes

Tél : +33 (0)5.62.94.70.05
Fax : +33 (0)5.62.94.98.95

lourdes.la.maison.du.pelerin@wanadoo.fr

La infancia de Bernadette Soubirous

Bernadette Soubirous no era más que una joven adolescente de 14 años cuando la Virgen María se le apareció. Una serie de 18 apariciones cambiará su vida para siempre y la convertirá en la portadora del mensaje de Lourdes.

La vida de Bernadette antes de las apariciones

Bernadette SoubirousHija de François y Louise Soubirous, Bernarde-Marie Soubirous nació en Lourdes el 7 de enero de 1844 en el molino de Boly. Pronto los más cercanos a ella comenzaron a llamarla Bernadette. Su familia no era pobre, su padre era molinero y arrendatario del molino. Los negocios iban bien. Ella era la mayor de 9 hijos aunque sólo 4 llegaron a la edad adulta. De salud frágil, se fue a vivir a Bartrès en noviembre de 1844 con una nodriza hasta abril de 1846. Cuando vuelve al molino comienza su época de más feliz.

Su padre y su madre eran buenas personas, piadosas y generosas con los pobres. Más tarde llegarán tiempos difíciles: sus hermanos y hermanas menores mueren y su padre sufre un grave accidente laboral en el que pierde un ojo.

La "revolución industrial" hará el resto. El molino sólo produce ingresos suficientes como para pagar el alojamiento y la familia se ve desalojada en junio de 1854.

François, el padre, alquila el molino cada vez más barato pero al mismo tiempo cada vez menos rentable. Un nuevo fracaso. Su padre empieza a trabajar de obrero y Louise, su madre, se dedica a la limpieza mientras que Bernadette se queda en casa a cargo de sus hermanos y su hermana. Deja de ir al colegio y habla bigorrés. También deja de ir a las catequesis por lo que no puede hacer su primera comunión.

En 1854, Bernadette cae enferma de cólera, sobrevivirá pero su salud quedará severamente dañada.

En febrero de 1857, su primo, Sajous, acepta alojarlos de manera gratuita en una habitación llamada "el calabozo" (le cachot). Se trata de una antigua celda para prisioneros, una sola habitación sombría e insalubre que servirá de cocina y dormitorio para 6 personas.

Desde septiembre de 1857 hasta enero de 1858, Bernadette vuelve a Bartrès a casa de su nodriza. Se ocupa de las tareas domésticas y de cuidar a las ovejas.

Comienza con la catequesis y prepara con felicidad su primera comunión.

Vuelve en enero de 1858 al calabozo para reencontrase con los suyos.

A partir de enero, irá al hospicio de las hermanas donde también hay escuela (las hermanas de la Caridad y de la Instrucción Cristiana de Nevers). Va regularmente con su hermana y algunas amigas de su edad a recoger madera para calentarse en el gélido calabozo.

Lea la continuación: las apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous y después la vida religiosa de Bernadette en Nevers.